El árbol de la vida desde la época antigua a tenido un simbolismo especial en la región de Izúcar, con la mezcla de las tres culturas, hispana, árabe y mixteca no perdió ese simbolismo, si no al contrario. En los barrios autóctonos de Izúcar de Matamoros se acostumbraba regalar una de estas piezas de arte popular a los nuevos matrimonios en su ceremonia de bodas; esto como símbolo de fertilidad y prosperidad para la nueva pareja y sus descendientes. El árbol de la vida también representa la unión de las parejas tanto en la prosperidad como en la adversidad, los coloridos de las piezas representan felicidad, el adorno en forma de frutas y flores la abundancia y los candeleros o porta velas son precisamente para colocar en ellos las velas que al encenderlas significan la fe en Dios, que ilumina nuestras vidas, tanto en la vida terrenal como para alcanzar la vida eterna.
Jorge CasBal
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